HISTORIA ANTIGUA: De momento el Concejo de Colunga es el más importante, cuantitativamente, de todo el Oriente de Asturias en lo que a establecimientos de la cultura castreña se refiere.
Hay en el municipio algunos montículos que fueron habitados por agrupaciones prerromanas. De ellos, el Castiellu de La Riera es el que muestra una especial singularidad, con un sistema defensivo construido a base de acusadas terrazas escalonadas que se comunican entre sí por medio de rampas. Desde la cumbre se divisa un amplio horizonte. Esta ciudadela de La Riera, que se puede situar cronológicamente en torno al siglo I d. C., es citada por el geógrafo latino Plinio cuando habla de la organización de los astures. Debió tener mucha importancia a juzgar por su gran superficie y por el número de rampas que conducen a las terrazas donde estuvieron las viviendas.
En La Isla, la construcción de su actual iglesia y posteriormente varias excavaciones realizadas a principios del siglo XX descubrieron una serie de vestigios correspondientes a una enclave romano. Esta villa de La Isla puede situarse entre los siglos I y III d.C.
También cerca de la Playa de La Griega se han localizado muros derruidos, restos de una villa romana.
Estos y otros hallazgos subrayan una romanización bastante intensa de la población en tierras colunguesas.

ALTA EDAD MEDIA: Sobre las ruinas de aquella organización romana se fue levantando el Concejo de Colunga de la Edad Media, en el que Caravia estuvo integrada hasta el siglo XIII. Si bien es cierto que hasta el siglo IX no aparecen noticias históricas del concejo, el territorio colungués es, de entre todos los que conforman la Comunidad Asturiana, el que posee unas menciones documentales más tempranas. Concretamente el documento más antiguo se refiere a Libardón; se trata del testamento de Fakilo del año 793.
En un falso del Liber Testamentorum fechado en el 921 cuando por primera vez se cita a Colunga, con la donación a la Mitra ovetense de varias villas e iglesias del territorio por parte de Ordoño II.
Bajo el reinado de Alfonso X, fue fundada la Puebla de Colunga, cuya primera cita documentada aparece en una carta del monarca fechada en 1278. Tomó su nombre del territorio sobre el que se asentó. La población de la villa colunguesa no superaría los 500 habitantes.

BAJA EDAD MEDIA: Desde entonces, la Puebla de Colunga asumió las funciones de organizar y dirigir la economía de un concejo que empezó a intervenir activamente en la política de la época, participando por ejemplo en la famosa Hermandad de Concejos celebrada en Valladolid en 1295.
A principios del siglo XIV aparece en la escena política don Rodrígo Alvarez de Noreña, titular por donación regia de Ribadesella, Llanes y Gijón. Este hombre compró Colunga a D. Alonso Beltrán, quien a su vez la había recibido de Sancho IV. Posteriormente pasaría a ser propiedad de D. Enrique II de Trastámara y sus descendientes para seguir el mismo proceso que otras pueblas asturianas durante las luchas de los Trastámara y llegar a constituirse en Concejo propiedad del Estado a finales del siglo XIV, salvo algunos territorios como El Coto o Carrandi que, tras estar bajo jurisdicción de la mitra ovetense, pasó por diversas manos privadas hasta ser agregados al Concejo en el año 1827.

HISTORIA MODERNA: El rápido paso por Colunga, el 23 de Septiembre de 1517 del rey Carlos I da paso, simbólicamente, a la historia moderna de concejo.
Cabe destacar la práctica de la pesca de la ballena en las costas colunguesas hasta comienzos del siglo XVIII. La actividad pesquera se completaba con las capturas de especies como el besugo, merluza, bonito, congrio... que realizaban los lastrinos en competencia con los colungueses. Los salazones y escabeches que resultaban de estas capturas se comercializaban, en ocasiones, en Castilla.
A través del puerto de Lastres se establecían rutas comerciales con ingleses, irlandeses, flamencos, holandeses, franceses y portugueses. La gran importancia que había cobrado Lastres en el siglo XVII entraría en decadencia a partir de 1740 como consecuencia de un temporal que deshizo el muelle local. Además Lastres había sufrido pocos años antes un serio cañoneo durante la Guerra de Sucesión (1701-1714).
En lo que respecta a la villa de Colunga, esta desempeña un papel de centro económico y político-administrativo.

HISTORIA CONTEMPORANEA: La ocupación de Colunga por las tropas napoleónicas, bajo el mando del gereral Bonet, en Marzo de 1810, marca la entrada del concejo en la etapa contemporánea. Por entonces, el puerto de Lastres se vio convertido en un punto estratégico para el ejército francés, quedando -por otra parte- la economía del concejo, en general, paralizada a causa del conflicto.
Durante este siglo XIX, que tan importantes transformaciones económico-sociales traería para el conjunto de Asturias, Colunga mantuvo su tradicional organización de carácter rural, consistiendo la industria únicamente en los molinos, telares y "llagares" domésticos. No obstante, a finales de siglo aparecen una fábrica de sidra y otra de conservas. También se contaba con cierta riqueza minera, con explotaciones de caliza, yeso, hierro y carbón.
La corriente migratoria transoceánica cobra impulso a mediados del XIX, con el embarco de jóvenes campesinos colungueses en los puertos de Ribadesella y Gijón.
Políticamente, Colunga estaba integrada, en el XIX, en el partido judicial y distrito electoral de Villaviciosa. El conservadurismo reinante en Colunga queda reflejado inluso en la fisonomía de la propia villa, sin transformación alguna a lo largo de todo el XIX.
Aquellos que habían emigrado a América y lograron enriquecerse fueron quiene jugarían un papel importantísimo en la sociedad colunguesa del primer cuarto del siglo XX, desplegando en sus lugares de nacimiento una importante labor con la edificación de modernas villas residenciales de otras obras de carácter público (entre ellas las escuelas públicas de Colunga, Carrandi, La Riera, y Libardón).